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CENTRO AMERICA EN BICICLETA

TÁRCOLES - CAÑAS

TÁRCOLES - CAÑAS

El sol que entraba por la ventana me despertó, unas vueltas mas en la cama hasta que escuche unos broncos graznidos de ave. No tarde en levantarme pues supuse que debian ser lapas (loros) en el jardin del hotel, por el ruido debian de ser muchos, no había que desaprovechar la ocasión de verlos reunidos en manada. En el comedor, un rectángulo con los dos lados más largos diáfanos, me pedí un desayuno completo para tomármelo sin prisas, era mi ultimo día a orillas del Océano. Parecía que la fauna lo supiese y empezaron a desfilar ante mí loros rojos y amarillos, colibríes tomando el néctar de las flores a 30 centímetros, cangrejos, sapos, ranas de colores y no se cuantas especies de pequeñas aves, aquello parecía el arca de Noé, no pude tener mejor despedida.

Solo faltó el oso hormiguero, por el que pregunté a la mesera. Aquí les llamamos pisotes, me dijo, pues no es raro que venga alguno, hay que tener mucho cuidado con ellos porque vienen a docenas y se meten en las cocinas, son muy inteligentes, por mucho que cierres todo no sabes como lo hacen pero abren y entran, además tienen muy mal perder, si entran y les has guardado toda la comida como para fastidiarte se dedican a romper los platos y tirar todas las cacerolas al suelo. Si no están aquí seguro que los ves en el restaurante La Higuera, volviendo loca a la cocinera.

No tuve tiempo de pasarme a ver los traviesos ositos, la etapa de hoy tiene 124 Km y parece que va a ser un día caluroso. Lo primero es preguntar siempre (ya para dar conversación) como sera el perfil de la jornada, de nuevo me dijeron "todo llanito señor" cuando oigo llanito no se porque me empiezan a temblar las piernas, debe ser algo sicológico. Como siempre ha sido una montaña rusa.

Nada mas salir a la general no hace falta ir muy lejos para encontrarte un largo puente que uno las dos orillas del río Tárcoles. Aquí me esperaba la otra gran sorpresa del día, al parar para hacer una foto del cauce vi que algo se movía, al centrar la vista comprobé que eran como media docena de cocodrilos en libertad. Estaban rebozados en lodo tomando el sol entre la tierra y el agua, por eso se mimetizaban de tal forma que a primera vista me habían pasado desapercibidos. Dos o tres eran de gran tamaño, no lo sé pero creo que podían pesar como 200 kilos, al otro lado del puente había otros tantos estos un poco más activos, se movían en el agua fangosa. Todavía no me puedo creer que a unos 5 metros de mí tenga a estos animales en plena libertad, los había visto, incluso comido en Cuba pero es muy diferente verlos en los criaderos, aun siendo el mismo animal parece completamente distinto, bueno y cuando esta en el plato no se parece absolutamente en nada. Unos kilómetros más adelante tuve la suerte de poder contemplar de nuevo a los congos, una familia de unos nueve monos chillando en los arboles de la carretera. 

Justo cuando entraba en la troncal, un señor mayor salía de ella en dirección contraria la mía y en voz alta sin pararse me espetó " tenga cuidado con los gatos que aquí son muy pequeños, si los pilla mal se mata" sin más nos fuimos alejando. Yo continúe pedaleando tratando de darle sentido a esa advertencia, ¿que habrá muchas gatas recién paridas por el camino? y los mininos se me pueden meter delante de la bicicleta, !!!Tendré cuidado!!! Pasaron los kilómetros y no me salió ningún felino, ya llegue a pensar en si podía referirse a jaguares que también hay muchos en Costa Rica.

Este tramo especialmente desde que se deja a un lado el cruce de Barranca es MUY PELIGROSO son cambios de rasante continuos, la carretera esta en mal estado, es estrecha y sin pintar, los coches y camiones van rapidisimo, un camión se puso a adelantar a otro delante de mí como si yo no existiese, me tocaba el claxon para que me apartase, pero ¿hacia donde? Después de acordarme de toda su familia y ponerle el dedo para que se sentase no me quedó mas remedio que bajar la cerviz y tirarme a la cuneta que estaba llena de tierra y piedras con forma de uve profunda, menos mal que me defiendo bien en mal terreno. Un poco mas adelante pare en un estadero, un hombre como sorprendido, me preguntó si habia venido por la carretera, le dije pues claro por donde voy a venir y me dice pero si no hay gatos (jajaja me dió la risa) - esta no la dejaba pasar (como dice mi amigo Domingo vale mas quedar por tonto un minuto que no toda la vida) le pregunté ¿pero que pasa con los gatos? ya me dijo un señor atrás que eran pequeños que tuviese cuidado y usted me dice que no hay  - si los gatos de la carretera. Hubo de pasar un rato para entender que querían decir que los arcenes eran muy pequeños y tenían un escaloncito, vamos que aquí los arcenes se llaman gatos, ahora que ya me había acostumbrado llamarlos hombros como en Panamá.

Como me temía ha sido un día de mucho, mucho, pero mucho calor, en todos los kilómetros que he hecho estos años en bicicleta nunca había sudado como hoy, es difícil de describirlo había que haber estado a un metro de mi para verlo. En las subidas que no había brisa, todo el cuerpo pero sobre todo brazos y piernas que son lo mas visible, era pura agua. Gráficamente era como estar bajo el chorro de una ducha, pero no cuando sales del plato después de ducharte, era estar bajo la ducha literalmente, el agua corría por mis antebrazos llegaba a los guantes que estaban ya tan mojados que sin poder absorber más agua la transmitían a las dos empuñaduras del manillar desde donde goteaban al suelo, casi era un hilito continuo, llegué a pensar que acabaría derritiéndome y bajando por la cuneta a desembocar en el río Tárcoles, allí me beberían los cocodrilos. Era tanta el agua que caía  que me recordó a  los camiones que después de salir des lavadero de carbón de Fabero con la carga húmeda, van goteando sin parar  por la parte trasera, desde la Plaza de Vega hasta culminar la subida en Ocero.

 

Entrada la noche aterricé  en Cañas un pueblo grande también de servicios, pregunte por un alojamiento y me dijeron después de la bomba tres calles, suba doscientos metros, allí vera el Hotel Cañas. En un minuto me plante delante de la  recepcionista, una joven de ojos negros, grandes como platos, muy expresivos. Me habló normalmente hasta que vio como escribía en la tarjeta de entrada – Nacionalidad: ESPAÑOL ahí se giró y limitándose a sonreír apenas pronunciaba una palabra, se me hizo raro así que le pregunté ¿por que no hablas como antes? nada sonreía sin querer hablar apenas – le dije muchacha ¿es la barba despeluzada? (aquí no es frecuente) ¿te da miedo? ¿es la pinta de ciclista desvencijado que llevo? Volvió en si y me dijo es que he visto que es español y me da mucha vergüenza por que los ticos (costarricenses) no hablamos nada bien. Esto me da pie a decir que aunque hablamos el mismo idioma que América Latina, el acento y muchas de las palabras cambian, mucha gente me dice que aquí tengo la ventaja del idioma, aunque es una afirmación cierta hay muchas veces en las que no resulta fácil que yo los entienda a ellos ni ellos me entiendan a mi. Por otro lado el gesto de la recepcionista me dio a entender que debemos ser pocos o ninguno los españoles que nos dejamos caer por aquí, creo que cuando viajamos deberíamos quitarnos la pulserita de turistas y salir de la playa del resort sin guía a dar una vuelta por los alrededores.

 

 

1 comentario

Miguel Yuma -

Amigo, tengo el gusto de darte la primicia de que hoy saliste tu retratado y entrevistado a fondo, en el periódico leonés "LA CRONICA DE LEON".De la mano de uno de los mejores y más serios reporteros de la provincia, llamado Fulgencio Fernández. El cual te sigue a través de tus deliciosos escritos. Te han dedicado TRES páginas del periódico del 1 de Mayo; Yo creo que es una buena cosa que debe darte ánimos. A mi, mi trabajo en la sombra, podrías pagarmelo con unas cuantas monedas de colección, como esos colones costarricenses, tan pobres y tan hermosos.
Y también podrías pagarme las siguientes gestiones, con un par de orquídeas maravillosas; pero de este tema de orquídeas, hablaremos en otro momento...je...je...je... En fin, que pasada la broma, te pido que sigas adelante con los ojos bien abiertos y la mente en grande para que todo quepa entre tu cabeza y tus pies.
Si me dices la forma de poder enviarte los artículos de prensa vía internet, yo te los envío, que pueden serte de utilidad para cualquier percance......
Animo, que algunos nos ponemos orgullosos indebidamente, pero gracias a ti.
Yuma
Otro día, te pediré que me traigas otra cosa muy concreta y muy legal,
Ánimo